Ver Iglesias romanicas de Arteixo y Coruña. en un mapa más grande
Estas son los sitios donde se encuentran las iglesias románicas de Arteixo y Coruña.
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lunes, 21 de noviembre de 2011
domingo, 20 de noviembre de 2011
Los monasterios, por un gran monje.
EL MONASTERIO DEL MONJE ÉMERID
Mi nombre es Émerid, también conocido como San Émerid.
Vivo en un monasterio, y escribo estas palabras porque pocos son los días que me quedan
de vida y quiero dejar en constancia mi vida en el monasterio.
Los monasterios constan de varios departamentos bien distribuídos para que cada monje esté
"cómodo" en él, La construcción de un monasterio se compone de diversas partes y estancias que siguen un esquema.
La estructura debe dar como resultado seguridad en la esancia, algo parecido a una pequeña ciudad donde el monje encuentre todo lo necesario para vivir para Jesucristo. En el monasterio en el que estoy viviendo hay una pequeña sala capitula; aquí tenemos animales y nuestras propias tierras para plantar, pero yo ya he superado el limite de edad para poder recolectar esos frutos,sin embargo; comemos y dormimos aquí, estamos perfectamente todos nosotros en el monasterio, podemos rezar
libremente en cualquier estancia del centro, nuestros jardines son preciosos y contienen tanta paz..., cuando muera espero que hagan lo que yo les he dicho a mis superiores, quiero que me entierren al lado del gran árbol que planté cuando solo tenía 10 años, junto a mi padre. Así concluyo mi historia porque necesito descansar para recuperar fuerzas para cuando me encuentre porfín con mi Dios al que tanto tiempo esperé.
Mi nombre es Émerid, también conocido como San Émerid.
Vivo en un monasterio, y escribo estas palabras porque pocos son los días que me quedan
de vida y quiero dejar en constancia mi vida en el monasterio.
Los monasterios constan de varios departamentos bien distribuídos para que cada monje esté
"cómodo" en él, La construcción de un monasterio se compone de diversas partes y estancias que siguen un esquema.
La estructura debe dar como resultado seguridad en la esancia, algo parecido a una pequeña ciudad donde el monje encuentre todo lo necesario para vivir para Jesucristo. En el monasterio en el que estoy viviendo hay una pequeña sala capitula; aquí tenemos animales y nuestras propias tierras para plantar, pero yo ya he superado el limite de edad para poder recolectar esos frutos,sin embargo; comemos y dormimos aquí, estamos perfectamente todos nosotros en el monasterio, podemos rezar
libremente en cualquier estancia del centro, nuestros jardines son preciosos y contienen tanta paz..., cuando muera espero que hagan lo que yo les he dicho a mis superiores, quiero que me entierren al lado del gran árbol que planté cuando solo tenía 10 años, junto a mi padre. Así concluyo mi historia porque necesito descansar para recuperar fuerzas para cuando me encuentre porfín con mi Dios al que tanto tiempo esperé.
jueves, 17 de noviembre de 2011
El peregrino Martín y el carpintero de la catedral.
Hola, soy Ariana una mujer de 19 años, vivo en Aquisgrán,en una pequeña ciudad donde se encuentra mi pequeño trabajo, para el año que viene me casaré con el hijo del vecino de mi tía, se llama Juan, es un chico muy majo, además ya somos muy amigos, se puede decir que es como si ya estuviésemos casados, tengo cinco hermanos, todos chicos, a mis padres le costó mucho criarnos, mi padre era un trabjador de la construcción de catedrales, mi madre tardaba años en poder ver a mi padre pero tenía recompensa, el sueldo era tal que llegaba para varios meses, mi padre era un muy conocido herrero de las catedrales, mi madre es una vieja panadera de la villa y yo soy la más pequeña, aún vivo en casa de mis padres y viviré hasta que no me case, todos mis hermanos viven lejos y ya están casados. Soy lavandera desde los 11 años, quizás mi oficio no sea el mejor pero está muy bien pagado, Juan es criado del hijo del gobernador, por el momento le da unas pequeñas clases de lectura y escritura, es el hombre mas listo que he conocido, a mi también me enseñó a escribir y leer. Lo que realmente os quiero contar es que el otro día mi madre salió sola de casa a comprar al pequeño mercado de la calle de enfrente y de repente, según me ha contado, se derramó un puesto de patatas que, si no fuera por un viejo y apuesto noble, podría incluso morir o sufrir graves daños, porque tiene los huesos muy débiles. Más tarde el viejo noble le explicó que buscaba cobijo para unos dos días porque estaba haciendo el Camino de Santiago, recuerdo que mi madre no sabía lo que era eso pero igualmente lo trajo a casa para que se lo explicara, a Martín, a si se llamaba el viejo noble, le dio comida y cuidados y como no, una buena cama durante dos días enteros, esos días aprendimos un montón de cosas sobre el sitio donde el vivía y lo que sucedía en el, lo que más me interesó fue saber que significaba el Camino de Santiago, que brevemente explico, campo de estrellas, nos dijo también que en Santiago de Compostela había una catedral que era indispensable visitarla alguna vez en la vida de un cristiano, la catedral es un templo de culto católico, acoge al sepulcro de Santiago, el apóstol. Nos dijo que venía en nombre de otra persona que se le fue otorgada la excomunión de la iglesia por matar a un señor en domingo y faltar a la misa, también nos habló de que venía porque a el le gustaba viajar y que el sueldo que le daban no era poco, además se consideraba profesional por todos los viajes que había hecho, algunas veces nos decía que la religión es muy importante, si no eras creyente incluso te podían matar, nos dijo que en el cristianismo era importante y realmente sería un honor para cualquier cristiano poder viajar a Santiago, claro que, haciendo el camino. El día que se iba a ir nos dijo que nos preparásemos porque este año en invierno iban a venir los trabajadores de la catedral nueva de Estrasburgo para pedir chapuzas pagadas e incluso una noche con cena por unas monedas y sin más se retiró posando dos monedas de oro sobre la mesita de la entrada y diciendo “gracias, muchas gracias por todo.”
En invierno, como bien dijera nuestro pergrino profesional, pasaron por todo el pueblo trabajadores y más trabajadores buscando o bien una noche con cena o una precisa chapuza de nada, por supuesto no íbamos a cuidar a todos los trabajadores que pasaran, pero a uno si que nos lo podíamos permitir, eso sí, no esperaríamos a que pasaran cuarenta trabajadores y después elegir uno, por lo tanto entre los tres decidimos que el primero que llamara a la puerta sería el que acogeríamos;
No mucho después de decidir esto llamó a la puerta un chico de aproximadamente 25 años, lo primero que dijo nada más entró fue que se llamaba Alomén, decía ser un carpintero de la catedral de Estrasburgo que buscaba una cena y noche por una moneda de cobre, pensamos que una moneda de cobre es poco por una noche con cena, pero igualmente dejamos que se quedara, ya que parecía cansado y mojado, estos días llovía mucho. A la mañana siguiente se quedó un poco más para contarnos alguna de sus anécdotas en la obra que todavía no acabará, nos dijo que durante el verano trabajaba desde las cinco de la mañana hasta las siete de la tarde, aunque la jornada fuera se quedara ahí, seguían en las barracas que era un tipo de cobijo para dormir y hacer algún que otro trabajo por adelantado, como el era carpintero tenía muchos trabajos a mayores, solía decir que como no tenía mujer algún festivo se iba a escondidas a la casa de las mujeres felices donde el también se divertía, ¡que pillín!. Nos contó que hacer una catedral era realmente dificil y costoso además de pasarlo mal por no ver a tu familia y demás.
Después de que Alomén se marchara me casé con Juan, la boda fue todo un éxito, nos lo pasamos muy bien ambas familias y esperamos que dentro de unos meses nazca nuestro hijo, se va a llamar Eremías, lo elegimos los dos, en honor a mi padre que murió hace unas semanas, por desgracia de todos aunque espero que os halla gustado está historia que nunca pensé que fuera yo la que lo contaría.
Ver El peregrino Martin Heinrich en un mapa más grande
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